lunes, 18 de enero de 2016

¿Cómo cuidamos nuestros guantes?

Los guantes de arquero necesitan mucho cuidado debido a su coste y su duración para minimizar el daño.


Frente a la erosión:


Las palmas tienen menor durabilidad. Esto se debe a que están formadas principalmente por látex natural con un grip (agarre) excelente ante cualquier superficie, pero con muy poca resistencia ante cualquier factor externo, sea bien el terreno, el balón, etc.

Por ello, hay que hacer una distinción entre calidad y duración:
A más calidad = menos duración

A menos calidad = más duración

¿Por qué se erosiona un guante?
Las principales formas son las siguientes:
– Al contactar la palma con el suelo al caer o al levantarnos del mismo.
– Al ponerse un guante cuando ya tenemos puesto el de la otra mano (Ej: al agarrar el velcro / muñequera).
–  Al subirse continuamente las medias.

El segundo y tercer punto desgasta la zona de las yemas de los dedos, mientras que el primer punto desgasta la base del guante.

Un dato interesante es que incluso con el 50% del grosor del látex erosionado, mantiene el agarre del primer día. Es un factor muy importante a tener en cuenta, y por ello, muchos profesionales también utilizan sus guantes desgastados en la élite sin ningún problema.


Consejos:

Lo ideal es caer y levantarse sin apoyar las palmas de las manos en el suelo. Hay caídas donde es inevitable, bien por la velocidad a la que hay que ejecutar la acción, porque caemos descompensados.
Para evitar la erosión sería bueno apoyar el puño de la mano contra el suelo, el antebrazo o el hombro antes que utilizar la palma de la mano.

Por último,  para introducir la mano en el guante hay que hacerlo con cuidado evitando agarrar por  la zona de velcro que es muy agresiva con el látex y hacerlo poco a poco, no querer meterlo de un tirón. Además, cada vez más, los guantes incorporan tiradores para ayudar a introducirlos y que pocas veces utilizamos. Perfectos para introducir la mano sin esfuerzo.

Frente al agua
El agua es el agente externo que más afecta a nuestros guantes. Este desgaste no ocurre de la misma forma que la erosión, apreciándose ello en el agarre del guante.

Pese a ello, el agua es necesaria para el guante, porque la suciedad en la palma reduce considerablemente el agarre. A su vez, humedecer las palmas aumenta el agarre, pero si llueve, lógicamente, los guantes se nos van a encharcar.

Por tanto tenemos que ser capaces de minimizar el daño que el agua le hace a un guante.

¿Cómo lavarlos?
Si sabemos que el agua deteriora el látex, no hace falta decir que hay que lavarlo las menos veces posible. A veces tras un partido simplemente humedeciendo las palmas y frotando una contra la otra, conseguimos eliminar esa capa de suciedad superficial.
Aviso: No se molesten en tratar de eliminar el color grisáceo que deja el caucho de los campos de grass sintético, no sale de ninguna manera, pero no afecta al agarre.

En caso de que el guante necesite un lavado en profundidad será  porque está sucio y los restos de barro o similar son dañinos para el látex. Aunque no haga más que disminuir el agarre, no nos quedará más remedio que hacerlo.

Es muy importante NO LAVAR NUNCA LOS GUANTES EN LA  LAVADORA. Puede que salgan relucientes e intactos pero  hemos hecho el peor proceso del lavado del guante, el más perjudicial. La capa de espuma que hay debajo del látex de la palma y que ayuda a la amortiguación se desintegra. El látex por su parte en seco tiene un agarre perfecto pero pierde toda la absorción de agua. Mi recomendación? Guantes para terreno duro

¿Cuál es el mejor proceso de lavado?

1. Ponernos los  guantes en las manos y humedecer las palmas debajo del grifo.

2. Echar sobre cada una de las palmas una pequeña cantidad de detergente para guantes, lo ideal para el lavado. Si no tienen, pueden usar cualquier tipo de jabón neutro para las manos. Pero hay que tener en cuenta que el jabón neutro contiene alguna sustancia que es más agresiva para el látex que el detergente especial para guantes.


3. Frotar  una palma contra la otra para que el detergente se extienda y que la fricción elimine toda la suciedad adherida al látex. También se pueden frotar también los dorsos entre sí.

4. Una vez eliminada la suciedad hay que eliminar  el detergente que se haya podido quedar en el guante. Hay que empaparlos de agua y escurrirlos hasta que el agua expulse completamente el detergente y la suciedad.

Nota: escurrirlos sin miedo a que el guante se rompa o las costuras salten porque son suficientemente resistentes. Si el guante lleva protecciones extraíbles (varillas), hay que quitarlas para realizar este paso.

5. Llegamos a uno de los pasos más importantes, el secado de los guantes, el cual es muy delicado e importante.

- Utilizar un par de hojas de papel de periódico. El papel de periódico es súper absorbente y ayudará a secar lo más rápido posible el interior del guante.
- Colgar los guantes en un lugar seco, ventilado y alejado de la luz directa del sol o de fuentes de calor.

Nota: debemos evitar colgarlos en tendederos al aire libre.




6. El último paso a seguir es guardar el guante de manera que sepamos qué puede pasar así un largo periodo de tiempo sin sufrir daño alguno.  Hay que proteger el pulgar porque suele ir plegado (para que no se adhiera a la palma). La mejor manera es recortar un papel que haga de barrera entre el látex de la palma y el pulgar.


7. Finalmente, se guarda en su funda.



Les dejo un pequeño tutorial en el que se explica mejor lo señalado:









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